"Lectora, lector, si eres vasca o vasco ¿por qué narices te conviene -y mucho- leer y usar mucho este libro, que es feliz porque has empezado a leerlo? Verás: Este libro tiene como vocación principal la de ser una herramienta muy usada. Como está escrito por un comunista vasco independentista militante en el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) tiene también la vocación de ser un arma de combate para la crucial lucha ideológica contra el Estado español opresor y represor de las vascas y los vascos.

Naturalmente te advierto de que este libro no tiene ninguna vocación de ser neutral. Porque el que no está nítidamente en contra de la explotación del hombre (y de la mujer) por el hombre es que está (por acción o por omisión) a favor de esa explotación. Sí tiene este libro, sin embargo, la vocación de ser científico. Sí de ser veraz. Sí de que cada dato, cada hecho, esté documentado. Por supuesto su marco teórico es el marxista, el materialismo histórico y dialéctico."

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Esos siete motivos son para vascas o vascos. Ya he dicho más arriba y ahora repito que 999 de cada mil de los eventuales lectores españoles de este libro tienen un poderoso motivo suplementario para leerlo: el de que, para su desgracia, no tienen ni puñetera idea de lo que en él se cuenta. Me explicaré: Siempre me ha conmovido el poema Apología y petición (una técnicamente dificilísima sextina) del magnífico poeta Jaime Gil de Biedma
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De ese poema me ha obsesionado siempre un terrible y magistral fragmento. El que afirma que De todas las historias de la Historia sin duda la más triste es la de España, porque termina mal. (de la Cueva, 2011, pag 7)